Capítulo 743
Capítulo 743
Capítulo743
Al llegar a este punto, Alejandro sintió un fuerte dolor en su pecho, sus ojos se enrojecieron y
apretó el volante hasta que chirriaba.
Zona oeste, en un hotel.
El traje de Alejandro estaba empapado de sudor cuando entró al vestíbulo del hotel, y su teléfono.
estaba húmedo en la palma de su mano y vibraba continuamente.
Miró hacia abajo y vio que era una llamada anónima.
-¿Hola? -Alejandro habló con voz profunda y firme.
-Señor Hernández, es en el piso veinte, habitación 2051-se escuchó una voz masculina
desconocida al otro lado. -He dejado la tarjeta de entrada en la maceta junto a las escaleras del
piso veinte. Si desea salvar a la señorita Clara, ¡debe hacerlo lo más rápido posible! Si se retrasa, lo
que podria suceder es inimaginable. ¡No se arrepienta después, de no haberlo hecho!
Alejandro dio un paso adelante, pero de repente frunció el ceño. -¿Quién eres realmente? ¿Fuiste
tú quien me envió las fotos?
Hubo un silencio al otro lado.
-Eres un paparazzi o ¿te están utilizando? ¿Cómo conseguiste la tarjeta de la habitación de hotel?
-Alejandro tenía una mente ágil y formuló las preguntas más cruciales en el menor tiempo
posible. Content © NôvelDrama.Org 2024.
-Señor Hernández, las preguntas que hace son muy acertadas, pero son precisamente las cosas
que no puedo decirle. Lo único que puedo decirle es que tengo un firme propósito para hacer esto.
Alejandro sabia que algo no estaba bien con toda esta situación, pero ahora la situación era
urgente y no podía entretenerse demasiado en el teléfono.
Tomó el ascensor hasta el piso veinte y, como se esperaba, encontró la tarjeta de la habitación 2051
en la maceta.
Cuando llegó a la puerta, el corazón de Alejandro casi salía disparado de su pecho.
Durante todo el camino, había estado luchando consigo mismo y, había considerado innumerables
Pero no importaba cómo lo pensara, no podía convencerse a sí mismo de ver a Clara entrando al
hotel con un hombre desconocido.
Alejandro agarró la tarjeta de la habitación y desbloqueó la puerta.
Su garganta se movió y dio largos pasos hacia adentro.
La habitación estaba oscura y tranquila, el aire estaba impregnado con un suave aroma floral, pero
la escena caótica y desordenada que se imaginaba nunca apareció.
-Clara… Clara? -Alejandro sentía su corazón latir fuertemente mio
voz ronca.
llamaba su nombre con
No hubo respuesta.
Se sentía sofocado, dio pasos hacia la dirección del dormitorio.
En ese momento, escuchó vagamente sonidos de susurros en la habitación, y de repente una
multitud de pensamientos aterradores lo abrumaron como una bestia salvaje desenfrenada
-¡Clara!
Alejandro ya no podía esperar más, con los ojos llenos de sorpresa, abrió bruscamente la puerta de
la habitación.
-¡Ah!
Una voz aguda de mujer resonó repentinamente en la oscuridad, llena de miedo y se extendió por
toda la habitación.
Al instante, Alejandro vio frente a él a una mujer de piel delicada como porcelana, sin una sola
prenda y con gotas de agua brillante como perlas que adornaban su cuerpo.
Su mente giró y se sintió mareado, sus pupilas se contrajeron y las venas en sus sienes palpitaban
Y la mujer desnuda frente a él éra claramente ¡Jimena!
Ella parecía despertar compasión y deseo de protección en el corazón de las personas, con una
apariencia pura y deseable, pero ocultando una sonrisa maliciosa en sus ojos, revelando su sucio y
malévolo plan.
La mente de Alejandro se sacudió violentamente, se dio la vuelta de inmediato, apretando los
La ira y la sensación de humillación de ser engañado hicieron que su espalda se enfriara, y cada uno de sus nervios estaba a punto de romperse de un solo golpe.
-Hermano Alejandro… ¿Cómo… cómo entraste? ¿Me has visto…totalmente desnuda? – Jimena habló suavemente, con voz temblorosa, encogiéndose ligeramente, con los brazos cruzados sobre el pecho. -Hermano Alejandro, mi cuerpo… ¿lo has visto todo?